¿Quieres saber cómo me hice periodista deportivo en los años noventa? ¿Cómo entré a trabajar en la Cadena SER a principios del siglo XXI? Te voy a contar mis inicios en el periodismo deportivo, mis primeros pasos, las primeras prácticas, cómo me busqué la vida hasta convertirme en un profesional de la radio deportiva.
¿Te imaginas que en el momento más importante de tu vida te ocurre algo que revienta tu presente y que destroza tu futuro? ¿Nunca te ha pasado que cuando por fin eres feliz se te viene todo abajo? Pues eso es lo que me pasó el 8 de mayo de 1998. Mi sueño era trabajar en la radio y ese día me pasó algo que puso en peligro toda mi carrera como periodista deportivo.
🚀🚀 Cómo me hice periodista deportivo en radio
Esta es la segunda parte del vídeo “Cómo me hice periodista deportivo y así llegué a trabajar en la Cadena SER”. Si no lo has visto, te aconsejo que lo veas y luego vuelvas aquí.
¿Ya lo has visto? Pues ahora, vamos con el segundo capítulo de esta historia, la época más feliz y a la vez más traumática de todo mi aprendizaje como periodista deportivo hasta llegar a trabajar en la Cadena SER.
En el post anterior te conté como conseguí pasar de narrar en un estudio de radio por la televisión a narrar en el Cerro del Espino los partidos del Atlético de Madrid B, con uno de los primeros teléfonos móviles que hubo en España. Y te conté también como empezamos a narrar también los partidos del CD Fortuna en el campo de arena del Municipal.
Y en este post te voy a contar cómo creamos nuestra propia redacción de deportes, cómo alzamos un Imperio en Radio Fortuna y cómo llegamos a dar un paso más dentro del Atlético de Madrid, que fue el equipo que siempre nos hizo de lanzadera.
1️⃣9️⃣9️⃣7️⃣ En la cresta de la ola del periodismo deportivo
Estamos a principios del año 1.997 e Iván y yo teníamos dos frentes abiertos en Radio Fortuna de Leganés:
✅ Narrábamos los partidos del Atlético B en Segunda los sábados a las seis y media de la tarde
✅ Y los partidos del CD Fortuna los domingos a las once y media de la mañana en el campo del Fortuna.
Durante la semana poníamos anuncios del partido del Fortuna en todos los bares del barrio, también en las tiendas, pegábamos carteles por todos los lados. Y nos escuchaban en todos los bares, e incluso, en el bar del campo, tenían puesta nuestra emisora mientras preparaban los bocadillos para el descanso.
Al acabar la primera parte nos traían bocata de panceta y caldo caliente en invierno.
Además, cubríamos las ruedas de prensa después de los partidosygrabábamos entrevistas en grabadoras de cassette para emitirlas luego en la radio. Los domingos por la tarde seguíamos narrando los partidos de Canal Plus desde el estudio de Radio Fortuna.
A la vez, éramos dos chavales de 21 y 20 años que estudiábamos entre semana y que salíamos los viernes y los sábados por la noche. Además, como yo ya no iba al pueblo los fines de semana, salía por Leganés con los amigos de Iván y con las amigas de Esther.
Salíamos el viernes y los sábados por la tarde íbamos al Cerro. Hasta ahí, bien. Pero es que después salíamos el sábado. Íbamos al Romelay, al Noventa sesenta noventa, al Rayder y a El Tiemblo.
Alguna vez hasta cerrábamos algún garito. Porque éramos jóvenes y porque estábamos viviendo situaciones que aún nos costaba asimilar. Y teníamos que quemar la adrenalina que acumulábamos durante la semana. Así que fueron fines de semana de dormir poco por las noches y de trabajar mucho por el día.
En ningún momento nos desviamos del objetivo, que era crecer. Crecer como personas y como periodistas deportivos y conseguir mucho más. Porque cuando tienes algo quieres más. Y nuestra hambre era insaciable.
Con la misma estrategia que conseguimos meter la cabeza en el Atlético de Madrid empezamos el plan con los demás equipos de Madrid. Enviamos Faxes al Real Madrid, Rayo Vallecano, Leganés y Getafe. En esos faxes nos presentábamos. Les contábamos quienes éramos, lo que ya estábamos haciendo y lo que queríamos hacer.
Después, a los pocos días, llamábamos a los clubes para preguntar si habían recibido el fax y si había opciones de poder acreditarnos para narrar sus partidos. Y además, nos presentábamos luego en las oficinas de prensa para que nos conocieran en persona. Incluso en el estadio Santiago Bernabéu me presenté una mañana.
Y alucina. El Real Madrid nos acreditó para ir al Castilla en Segunda B. El Rayo nos acreditó en Segunda y esa temporada volvió a Primera. Y el Leganés y Getafe en Segunda nos pusieron problemas, pero nos dejaban ir a los partidos de los filiales. ¡Éramos Radio Fortuna! Una radio de un barrio de Leganés. Y estábamos en primera línea. Mi futuro como periodista deportivo estaba en auge y yo casi era feliz.
A pesar de la alegría de todo lo que estábamos consiguiendo había algo que me dolía en lo personal y eran los problemas que me ponía el Leganés. Porque Radio Fortuna era de Leganés.
1️⃣9️⃣9️⃣7️⃣ Los problemas con el CD Leganés
El gerente, Santos de la Parra, nos negaba la entrada en Segunda. Porque decía que La Fortuna no era de Leganés, que su emisión no se escuchaba en Butarque y que si nos acreditaba a nosotros se veía obligado a acreditar a Radio Las Águilas. La verdad es que la radio no tenía mucho alcance y la señal no llegaba al estadio, pero de ahí a comprarnos con Radio Las Águilas había un mundo y sobre todo había casi 10 kilómetros de distancia..
Radio Las Águilas era más grande que nosotros. Eran más gente. Estaban mejor organizados. Pero no eran de Leganés. Eso era una cuestión tan objetiva como geográfica. Y por eso, discutí varias veces tanto por teléfono como en persona con Santos de la Parra.
Y eso me dolía especialmente porque las facilidades que nos daba el Atlético de Madrid nos las negaba mi Leganés. El equipo de nuestra ciudad y el equipo con el que siempre he simpatizado. Solo fuimos acreditados a un Getafe-Leganés B en el estadio Juan de la Cierva. Y acreditados por el Getafe, que sí que nos consideraba como una Radio de Leganés.
En esa temporada recuerdo que tocamos muchas puertas. Y algunos nos las abrieron. Otros nos las cerraron. Y el que no nos pudo abrir una puerta nos abrió una ventana.
1️⃣9️⃣9️⃣7️⃣/9️⃣8️⃣ Periodista deportivo “casi” profesional
Y así la temporada 1997/98 la empezamos a tope. Porque nuestro trabajo en el Atlético de Madrid B no pasó inadvertido. Y Cecilio Alonso y Fernando Chacón nos premiaron con poder ir a los entrenamientos del Atlético de Madrid. No podíamos ir al Calderón a los partidos. Pero sí podíamos cubrir los entrenamientos del Atlético de Madrid en el Cerro del Espino todas las mañanas.
Yo empezaba cuarto de carrera en turno de mañana. Obviamente dejé de ir a clase. De 8:00 a 10:00 a lo mejor si iba. Pero a tercera hora me iba en metro a Aluche desde Ciudad Universitaria y en Aluche cogía un autobús hacia Majadahonda. En vez de el abono B1 me saqué el B2. El crecimiento como periodista deportivo no estaba en las aulas, estaba en las gradas de un estadio y de un equipo que me acogió con los brazos abiertos.
Así empecé a ir a mis primeros entrenamientos. Con Arrigo Sacchi dirigiendo al Atlético de Madrid de Cristian Vieri, Juninho, Pantic y Caminero.
Y no sólo los entrenamientos. También cubríamos las ruedas de prensa posteriores a los entrenamientos. Los canutazos a pie de parking del Cerro del Espino, donde conocí a Antonio Ruiz, Juan Antonio Sampedro, Antonio Sanz, Javier Matallanas o José María Bonilla.
El poder tener sonidos propios de los jugadores y de futbolistas de Primera División nos llevó a dar el siguiente paso, el de hacer un informativo diario de deportes en Radio Fortuna.
1️⃣9️⃣9️⃣7️⃣/9️⃣8️⃣ Nuevo programa y más deportes
Todas las tardes de cinco a cinco y media, Iván y yo. A veces yo solo y otras él solo. Hacíamos media hora de información local de Primera y Segunda con cortes del Atlético de Madrid propios y con voces del Real Madrid que les tomábamos prestados (sin que ellos lo supieran) a Onda Madrid.
El volumen de trabajo era tal que empezamos a necesitar ayuda. Y un compañero de Radio Fortunas que presentaba un programa musical y nos daba paso los sábados con el Atlético B en antena se unió a nosotros. Se llamaba Borja Corchado y su programa era “Lo que más suena”. Y Borja empezó a sonar también en deportes.
Así nació lo más parecido a una redacción de deportes que he capitaneado nunca. Con informativos de deportes diarios y con narraciones los fines de semana.
A veces narrábamos hasta tres partidos por fin de semana. Y además, el Atlético de Madrid B lo contábamos en Radio Fortuna y a la vez en Radio Las Rozas. Porque se pusieron en contacto con nosotros para que contáramos sus partidos en directo. Así que Iván se hizo con otro móvil y nos los íbamos intercambiando.
Hacíamos los partidos a pie de banda. Yo empezaba a narrar para Radio Fortuna en un móvil y él para Radio Las Rozas en el otro. Y nos los íbamos cambiando. Así los dos entrábamos en las dos radios.
La redacción estaba a pleno rendimiento. Pero al ser ya tres cabezas y no dos, Borja se encargó de repetir la estrategia del fútbol al baloncesto. Y consiguió que nos acreditaran el Estudiantes y el Fuenlabrada en la ACB.
Además , Esther y las Sonias cubrían los partidos del Leganés B en Tercera. Y nosotros tres nos repartíamos Rayo en Primera y Atlético B en Segunda.
1️⃣9️⃣9️⃣8️⃣ La inauguración de Butarque
Empezaban a conocernos. Y entonces, el Leganés tuvo un detalle y me acreditó para la inauguración de Butarque del 14 febrero de 1998. Y encima, el Ayuntamiento de Leganés nos envió a la Radio dos invitaciones para ver aquel empate a uno contra el Xérez. Así que Iván, Esther y yo fuimos a la inauguración de Butarque.
Aquella primera vez que estuve en la Tribuna del estadio de Butarque yo no podía imaginar que años después iba a narrar allí el partido de la jornada del Carrusel Deportivo Madrid en Segunda y luego el ascenso y después al Leganés en Primera.
Y así las cosas, llegó el momento más importante para mi vida profesional. El Atlético de Madrid nos volvió a premiar: Nos acreditó para narrar el Atlético de Madrid-Barcelona. El último partido en el estadio Vicente Calderón de la temporada 1997/98 que se jugaba el 10 de mayo. Iba a ser el momento más feliz de mi vida. Y dos días antes del partido, mi vida se vino abajo.
1️⃣9️⃣9️⃣8️⃣ Un pequeño gran contratiempo, mi vida se derrumba
Haciendo un examen me empezó a llorar un ojo. Pero el otro no. Llegué a casa, me eché la siesta. Y al levantarme me miré en el espejo y vi que el ojo izquierdo no lo cerraba y que el labio no lo levantaba en el lado izquierdo de la cara. No podía ni silbar.
El médico me diagnosticó parálisis facial. No sabían muy bien lo que era. Podía ser un virus en el oído o que había cogido frío al salir de la ducha. Me dijeron que no sabían cómo se curaba. Que me podía durar una semana o toda la vida.
¡Toda la vida! Si me duraba toda la vida, mi sueño de narrar partidos se había terminado para siempre, porque tenía muchos problemas para pronunciar las consonantes oclusivas, como las p y las b, no podía vocalizarlas ni pronunciarlas bien. Me costaba hablar. Y ninguna radio iba a querer a un narrador que no podía pronunciar ni vocalizar.
¿Te imaginas? Quería ser un periodista deportivo profesional de la radio y no podía hablar.
¡Ojo! Estaba tocado, pero no hundido. Porque siempre he sido un tío muy positivo y yo no me iba a dejar arrastrar por un contratiempo. Un percance que era importante, tampoco podía engañarme. Pero para hundirme a mí hacía falta mucho más.
Narrar el domingo se presentaba como una misión casi imposible. Y digo casi porque narré aquel partido desde la tribuna de prensa del Calderón. Por supuesto. Era el partido más importante de mi vida y no me lo iba a perder.
Canté 7 goles, porque el Atlético de Madrid le ganó 5-2 al Barça. Fue un partido inolvidable, a pesar de todo.
Y la mejor noticia fue que la parálisis facial duró más o menos un mes y a base de cortisona, corticoides y algo de alcohol en algún que otro botellón, desapareció y solo me ha dejado un pequeño defecto casi inapreciable. Y es que tanto el ojo izquierdo como el labio por la parte izquierda no los abro del todo, pero por lo demás, salí de aquello (afortunadamente) casi recuperado.
La grabación de ese partido se la pasamos al gabinete de prensa del Atlético de Madrid. Y no te lo vas a creer, pero el Atleti nos premió de nuevo. ¡Y esta vez nos tocó el premio gordo!
En el próximo post te voy a contar cómo llegó la llamada de la Cadena SER para ofrecerme el trabajo de mi vida y la respuesta que les di. Porque cuando me llamaron les dije que …
¡Bueno, casi que te lo cuento mejor en el próximo post que no quiero hacer spoiler!
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¡No te pierdas la primera y la tercera parte!


